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¿Por qué debo contratar un seguro para mi mascota?

Los perros son los mejores amigos del hombre dicen. Te dan amor incondicional, son honestos, juguetones y una compañía fundamental para muchas personas. Sin embargo, en España menos de un 2% de las mascotas están aseguradas a diferencia de los países nórdicos, en los que la población animal con seguro de mascotas ronda el 40%. ¿Por qué debo contratar un seguro para mi mascota? Para que puedas elegir con libertad, te contamos por qué y qué debes tener en cuenta para encontrar un seguro para tu mascota.

¿Debo asegurar a mi mascota?

Según el Art. 1905 del Código Civil “el poseedor de un animal o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esa Responsabilidad de propietarios de animales en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o culpa del que lo hubiera sufrido”. En ocasiones, nos olvidamos de que las mascotas no sólo son nuestros animales de compañía, sino un miembro más de la familia.

Asegurar a tu mascota no es obligatorio en España salvo que sean perros de raza peligrosa o pertenezcas a la Comunidad de Madrid. En este caso, sería indispensable contar con una póliza de responsabilidad civil. Pero barajar las posibles pólizas con las que garantizar la salud de tu compañero de vida, no sólo está de moda sino que te ahorrará algún que otro susto.

Lo que necesitas saber

Para poder contratar la póliza, es necesario cumplir una serie de requisitos. Disponer de la cartilla de vacunación actualizada, tener microchip identificativo implantado -en el caso de perros- y tener en regla la documentación necesaria para cada animal.

El tipo de póliza más básico y común es el que cubre la responsabilidad civil. En España es obligatorio para los perros potencialmente peligrosos y en la Comunidad de Madrid para todas las razas. Este tipo de póliza cubre los daños materiales y personales derivados de la conducta animal y que afecta a terceros. No incluye a propietario, poseedor del animal, familia, personas que convivan con el titular del seguro o empleados.

Al seguro básico de responsabilidad civil se le puede añadir la cobertura por accidentes. Es una garantía de tranquilidad para los dueños ya que cubre los tratamientos por las lesiones que puedan sufrir las mascotas. Para los más precavidos, también se puede añadir la cobertura de aquellos gastos que haya que asumir cuando la enfermedad de tu mascota desemboca en una visita al veterinario.

Existen distintos tipos de tarifas. Depende de la raza, los años o  el sexo. En función de sus características -al igual que ocurre con los vehículos- el precio de la tarifa anual, la franquicia o los límites de la Responsabilidad Civil a cubrir serían unos u otros.

Por último, hay pólizas que incluyen la asistencia a mascotas. ¿Qué diferencia comporta en relación a la cobertura de veterinario?. Estas claúsulas nos sólo incluyen la visita al veterinario. Si la mascota tuviese que asumir gastos de alto coste como una intervención quirúrgica, un tratamiento médico u otros problemas relacionados con su salud, los dueños y sus cuenta bancaria también podrían dormir tranquilos.

Proceso de cambio

Este tipo de seguros no solo da una tranquilidad inmensa a los dueños de la mascota sino a toda a población, que cada día comparte espacios con mascotas. Además, el 13% de los abandonos de perros en España se deben a motivos económicos. Entre ellos, no sólo de manutención, sino para asumir tratamientos médicos de costes desorbitados que muchas familias no se pueden permitir. El proceso de concienciación sobre la aceptación de nuestras mascotas cómo un miembro más de cada familia y de la sociedad está en pleno auge y no está haciendo más que crecer. Garantizarles seguridad y protección con un seguro de mascotas es sólo el primer paso. 

Sobre la responsabilidad extracontractual por actos de mascotas

responsabilidad extracontractual por mascotas

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Esta es una afirmación cierta, sin embargo necesita una serie de matices. Para algunas personas, su mascota puede ser un “angelito”, pero expuestos a determinadas situaciones, su compañero de cuatro patas puede ponerse nervioso y reaccionar de múltiples maneras. Algunas de ellas pueden llegar a originar una responsabilidad extracontractual para su dueño.

Ante determinadas situaciones y como dueño de tu mascota, deberás responder por lo que ella misma haga. Como dueño, es tu deber controlarla y vigilar que no cometa el tipo de actos que están castigados.

¿Qué tipo de actos pueden originar una responsabilidad extracontractual?

  1. Te ponemos en situación: estás sacando a pasear a tu perro y se aproxima un amigo para saludarte. Tu mascota no lo conoce y se encuentra manifiestamente nervioso por este acercamiento. En muchas ocasiones, y cuando se acerca alguien desconocido, los perros entienden que no es alguien familiar para su dueño y su instinto le lleva a protegerse a él y a su dueño.

Si tu perro muerde a esa persona, sea conocida o desconocida, en ti se genera automáticamente una responsabilidad extracontractual. Este tipo de vinculación, es aquella que surge por actos que no poseen su origen en contratos.

  1. Otro caso, tu perro se escapa, cruza la carretera y un conductor sufre un accidente porque ha intentado esquivarlo. Tú serás el último responsable. Esta obligación extracontractual surge porque tú, como su dueño, tienes el deber de vigilarla. Además, debes impedir que provoque daños en terceras personas.

Sin embargo, nuestro ordenamiento jurídico prevé una serie de excepciones a esta regla. Si tu perro ha mordido a otra persona por culpa suya (esto es, lo ha atacado porque lo ha provocado, por ejemplo), este hecho te exime de ser responsable del comportamiento de tu perro. En cualquier caso, si se llegase a un juicio, sería tu obligación demostrar que los hechos han ocurrido así.

  1. El tercero de los supuestos, aunque residual (no suele ocurrir) se refiere al caso fortuito y la fuerza mayor. En estos casos no serás responsable cuando nunca hubieras podido prever que tu perro iba a morder a esa persona. También cuando, aunque hubieras podido hacerlo, nunca podrías haberlo evitado.

El caso de las razas potencialmente peligrosas

Como curiosidad final, debes saber que si tu mascota es de alguna de las razas consideradas como potencialmente peligrosa, aunque esté dentro de tu propia casa, debe encontrarse en algún lugar en el que, si alguien entrase en tu casa, no pudiera hacer daño a aquella persona que entre.

Para evitar estas consecuencias, es conveniente disponer de un seguro de mascotas que cubra este tipo de responsabilidad extracontractual. Con estas pólizas, podrás preocuparte únicamente de los aspectos estrictamente necesarios en el caso de que ocurran estos supuestos.