¿Cuándo contratar un seguro de vida y por qué?

Contratar un seguro de vida, en la familia Seguros Quijote, lo vemos como un acto de amor hacia tu pareja e hijos. Una manera de asegurarles un futuro, unos estudios o un porvenir. Si no tienes familia ni pareja es un acto de amor hacia ti mismo. Sin embargo, sabemos que el sentido de los seguros de vida, en que consisten y cuando contratarlos, es difuso. Así que vamos a intentar aclararte las ideas.

Tipos de pólizas en seguros de vida

Para empezar, hay que diferenciar dos tipos de póliza cuando quieres contratar un seguro de vida: vida ahorro y vida riesgo. El primero es un seguro que cubre el fallecimiento del asegurado y finaliza con la fecha de vencimiento del contrato. El seguro de vida riesgo consiste en obtener rentabilidad de los ahorros del asegurado. Éste último se activa cuando fallece el titular. Dependiendo del tipo de póliza que elijas y las cláusulas que contenga, puede cubrir diferentes riesgos que se resumen en dos tipos. El primero, riesgos de base o principal relacionados al riesgo de fallecimiento del asegurado por determinadas causas. En segundo lugar, están los riesgos adicionales. Cubren otras situaciones adicionales de incapacidad o fallecimiento por causas especiales.

¿Qué me cubre?

Pero, ¿qué cubre en realidad un seguro de vida?. Un seguro de este tipo se contrata por una serie de motivos. Los principales son los nombrados anteriormente. Todos los gastos que puede acarrear para la familia la muerte de un familiar no son plato de buen gusto para nadie que tiene que pasar por una situación de éste tipo. Por lo tanto, este seguro, más bien es un colchón para las familias del asegurado que para el propio titular. Los gastos de traslados o repatriación  – si se encuentra en el extranjero -, funeral o las tasas de los trámites administrativos son algunas de las coberturas. En determinados casos de fallecimiento, como el suicidio, dependiendo de las cláusulas del contrato, pueden imponerte condiciones. Por ejemplo, no cubrir la situación hasta cumplidos determinados años tras darse de alta en el seguro.

Por otro lado, la incapacidad permanente absoluta o total del asegurado, supone para él (o para su familia en caso de no estar en disposición física o económica) unos costes extratosféricos. También entrarían en un seguro de vida los gastos que suponga caer en una enfermedad grave. Aunque, cabe destacar que se recomienda estudiar bien el contrato de tu cápsula. La mayoría de seguros traen consigo una numerosa lista de exclusiones a este tipo de cobertura. Por ejemplo, que el asegurado sea mayor de 65 años.

¿Cuándo es el momento ideal para contratarlo?

Te estarás preguntando; y, ¿cuando es el momento idóneo para sacarle el mayor partido?. En la UNESPA explican que lo habitual es contratarlo a partir de los 30 años cuando las personas «tienen más cargas familiares y económicas». Siguiendo esta línea, la aseguradora Aegon indica que, la mayoría de los expertos, coinciden en que la mejor franja para la contratación oscila entre los 30 y los 50 años. También estipulan que, ya sea por fallecimiento o incapacidad, un seguro de vida debería cubrir «entre 3 y 5 veces los ingresos anuales de la familia».

¿Obtengo algún beneficio fiscal?

Un seguro de vida convencional sólo desgravaría en la declaración de la renta a los autónomos. Uno ligado a un plan de ahorro permite deducir 10.000€ como máximo si tienes menos de 50 años. Si superas los 50 años hasta 12.500€. De no estar estar ligado a un plan de ahorro no desgrava en la declaración de la renta. 

En cualquiera de los tres casos anteriores, las deducciones por el seguro de vida dependen del si el tomador del seguro y el beneficiario son o no la misma persona. Si el titular coincide la tributación se hace por el IRPF. Pero, si quién lo cobra es una persona distinta, tributará mediante el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

En cualquier caso, para contratar un seguro de vida te recomendamos utilizar un buen comparador de seguros con unos buenos escuderos. Ya que cada persona es un mundo, y cada situación diferente. De esta manera, encontrarás un seguro de vida que se ajuste a la perfección a tus intereses y necesidades.

 

Ventajas fiscales al contratar un seguro de vida y salud

El pasado 4 de abril se abrió el plazo para los 19 millones de contribuyentes que han de rendir cuentas con Hacienda. Sin embargo, el desconocimiento y la falta de asesoramiento por parte de un experto puede perjudicar al contribuyente a la hora de realizar la Declaración de la Renta. En este sentido, existen gastos relacionados con la contratación de pólizas de seguros que desgravan y que implican deducciones fiscales. Veamos qué rebajas solemos obviar y que merece la pena valorar.

¿Cuáles son los seguros que desgravan?

Si los seguros de vida y hogar se encuentran asociados a la hipoteca, nos podemos desgravar hasta el 15% del monto dedicado a la compra de la vivienda habitual con un máximo de hasta 9.040 euros, siempre que se haya adquirido antes del 2013. Si, por ejemplo, al finalizar el año has pagado 6.000 euros de hipoteca, 240 por el seguro de vida y 139 por el de hogar, solo tendrás que sumar todas las cantidades y aplicar la deducción del 15% sobre el total. Para este caso, obtendríamos una rebaja de 956,85 euros.

En un segundo supuesto, un seguro de vida convencional sólo desgravaría a los autónomos.

En el caso de aquellos seguros que no están asociados a la hipoteca, el seguro de vida ligada a un plan de ahorro permite deducir 10.000 euros máximo si tienes menos de 50 años, y hasta 12.500 si tienes más de 50. Si no está ligado a un plan de ahorro, el seguro de vida no desgrava (excepto si eres autónomo).

Es importante señalar que, para los tres casos anteriores, las deducciones del seguro de vida dependerán también de si el tomador del seguro y el beneficiario son o no la misma persona. Si ambas partes son la misma persona, la tributación se hace por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pero si quien lo cobra es una persona distinta, tributará mediante el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Seguros que desgravan

Seguros que desgravan

 

Respecto al seguro de hogar no asociado a la hipoteca, no es desgravable de forma general. En este apartado también se encuentran aquellas personas que adquirieron la vivienda antes de 2013,

En cuabto a los seguros de salud, la desgravación de estos repercute sólo en empresas y en autónomos. No tiene ningún efecto fiscal cuando son contratados por particulares sin actividad empresarial o profesional. Sólo tienen ventajas fiscales cuando la contratación la realiza un autónomo o empresario para él, su familia o sus empleados.

Otros seguros desgravables en la declaración de la renta

El seguro del coche no desgrava en el IRPF. Solo sería deducible para los autónomos que justifiquen que su actividad está relacionada con el uso necesario del coche. Para estos casos, el ocio quedaría excluido.

Por su parte, los planes de pensiones reducen la base imponible del IRPF. En este caso, aquellas personas con rentas más altas son los que resultan más beneficiados. Por ejemplo, para quienes hacen una aportación anual a su plan de pensiones del importe máximo, es decir, de 8.000€, podrán obtener un ahorro fiscal de 3.600€ (siempre que sus ingresos anuales sean superiores a los 60.000€). Por lo tanto, en este caso la retención en el IRPF es del 45%. Para quienes cuenten con salarios más modestos, el ahorro se sitúa en torno al 24%.

Claves para escoger tu seguro de salud

¿Te estas planteando escoger tu seguro de salud? Tener un seguro de salud o un seguro privado cada vez es más habitual entre los españoles. Y es que, en nuestro país más de 10 millones de personas lo tienen. Las largas listas de espera para citas en atención primaria o especializada. Las prestaciones que pueden darte en tu día a día un buen seguro de salud. Estos son sólo algunos de los motivos que hacen a las familias planteárselo. Sin embargo, muchas compañías se han lanzado a promocionar seguros de salud básicos que incluyen una coberturas mínimas.  La cuestión es la siguiente: ¿qué claves para escoger tu seguro de salud debes tener en cuenta?. Te contamos algunos puntos para guiarte a la hora de elegir.

¿En qué fijarte a la hora de elegir uno?

Por norma general, los seguros de salud con planes familiares son los más económicos y completos. En función de tus características, gustos e intereses encontrarás un seguro que se adapte más a ti. Por ejemplo, contratarías un tipo de seguro diferente si prefieres elegir tú mismo el médico o el centro (en España o en el extranjero si estás de viaje) o al que elegirías si te interesaran servicios de alto valor como la cirugía. Pero hay una serie de pasos que debes tener en cuenta para escoger tu seguro de salud.

Imprescindibles

La atención telefónica es fundamental, pero sobre todo debe primar una buena atención en consultas sobre tratamientos y diagnósticos. No hay nada mas necesario que la transparencia y tranquilidad de una compañía que te facilita la información clara, concisa y rápida. Resulta más cómodo y ágil recurrir a las compañías que cuentan con un servicio telefónico y correo electrónico para tramitar autorizaciones. De esta manera, ahorrarás el tiempo de acudir presencialmente y la solicitud se cumplimentará más rápido.

Infórmate bien de las exclusiones que tiene tu póliza. Antes de darte de alta, debes informar sobre las enfermedades que tienes por si determinados tratamientos están excluidos del seguro. Aunque no tengas ninguna enfermedad, es conveniente enterarse del resto de exclusiones que puede tener. Por ejemplo, es posible que te de por escoger tu seguro de salud para hacerte pruebas. Cómo la de intolerancias alimenticias, las cuáles tienen un coste alto en la sanidad pública.  En este caso -y aunque al contratar tu póliza firmaste una cobertura en análisis y diagnósticos- podría ocurrir que estas pruebas en concreto aparezcan excluidas porque no leíste la letra pequeña.  También podría darse la situación de tener que llamar a una ambulancia durante un viaje al extranjero y  que esos servicios de salud te cobren el traslado al hospital. Definitivamente, es mejor prevenir que curar y leer en detalle las condiciones para evitar sorpresas en momentos de adversidad.

Información necesaria

Consulta que tu compañía es solvente y experta en salud. También es importante revisar los periodos de carencia: infórmate sobre el tiempo que se exige entre que te das de alta en la póliza, hasta que puedes empezar a utilizar determinados servicios. Por último y no por ello menos importante, comprueba que la aseguradora te facilita las instrucciones claras y necesarias para darte de baja llegado el caso.

 

¿Cómo poner tu coche a punto antes de un viaje?

Las vacaciones de Semana Santa se acercan y algunos afortunados cogerán el coche para desconectar. Ya sea para cruzar el país y aprovechar los últimos días de esquí o para disfrutar en familia de los rincones de Castilla-La Mancha. En cualquier caso, es muy importante poner el coche a punto antes de emprender el viaje.  Si no tienes claro qué revisar antes de partir, te recomendamos repasar algunos puntos imprescindibles.

El “triángulo de seguridad”

Si hay tres partes que tienen que revisarse esencialmente son las tres que componen el “triángulo”: amortiguadores, neumáticos y frenos.

Para revisar los amortiguadores hay que tener controlado el aceite del interior, así como los elementos que regulan el flujo del aceite. Normalmente se revisan entre los 30.000 y 50.000 km y requieren un cambio alrededor de los 55.000 km. Un mal cuidado de los amortiguadores produce inestabilidad en el vehículo y puede desgastar los neumáticos. Para comprobar su estado puedes apoyar todo el peso sobre la carrocería del capó y soltarlo de golpe. Si a continuación, el capó sube, está todo correcto. Por el contrario si rebota hacia abajo, lamentablemente a tus amortiguadores les queda poca vida útil.

Los neumáticos son la única parte del coche en contacto con la calzada. Aportan adherencia, capacidad de frenada y seguridad. Deben cambiarse cuando la altura del dibujo esté en 1,6 mm o por debajo. Es importante verificar la presión del neumático. En caso de llevar más carga -maletas, neveras o demás bártulos- se requiere mayor presión. El equipaje más pesado se recomienda colocarlo en la parte interior y de forma equilibrada sobre las ruedas. No te olvides de revisar también la presión de la rueda de repuesto, además de llevar una llave y un gato -quién sabe si la visita a los Molinos de los campos de Criptana te puede jugar una mala pasada- .

 

Si no queremos hacer una visita ininterrumpida por toda la Comunidad Autónoma, tenemos que revisar el estado de los frenos. Lo mismo ocurre con el líquido de frenos, que debe estar entre el mínimo y el máximo indicado. Los especialistas recomiendan cambiarlo cada dos años o menos. Si al revisarlo se percibe alguna carencia, se aconseja acudir a un taller para vaciarlo y rellenarlo de nuevo.

Otros controles importantes

Recuerda que el aceite se encarga de engrasar y limpiar el motor. Los niveles se pueden tener controlados con la varilla. Lo recomendable es que nunca sobrepasen la marca del máximo. En caso de tener que reponer, que sea con el motor en frío, al igual que con el líquido refrigerante. No olvides echar un vistazo al líquido de la dirección asistida, al del limpiaparabrisas y si fuese todavía hace frío, el anticongelante.coche a punto

Para tener la batería de tu coche a punto, los bornes deben estar limpios, bien atornillados y protegidos con vaselina o grasa. Se aconseja verificar el alineado de las luces de los faros y corregirlos si es necesario.

 

Consejos

Después de comprobar que tu coche está a punto para emprender el viaje, hay una serie de tips que te ayudarán a hacerlo más ameno. Mantén las ventanillas subidas y el filtro del aire limpio para no aumentar en exceso el consumo de carburante. Revisa el filtro del aire; conducir con calor provoca somnolencia y es posible que el aire acondicionado haya quedado obstruido durante el invierno. Echa un vistazo a la guantera y comprueba que llevas toda la documentación: Póliza de seguro y justificante de pago, permiso de circulación, ITV, y libro de mantenimiento del coche.

Nunca se sabe donde puedes acabar. Si tu destino acabase siendo los campos de Castilla al sol – y no por decisión propia- necesitarás un chaleco reflectante y dos triángulos homologados. Para sobrevivir a este percance te aconsejamos añadir al pack una gorra y una garrafa de agua.