Sobre la responsabilidad extracontractual por actos de mascotas

responsabilidad extracontractual por mascotas

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Esta es una afirmación cierta, sin embargo necesita una serie de matices. Para algunas personas, su mascota puede ser un “angelito”, pero expuestos a determinadas situaciones, su compañero de cuatro patas puede ponerse nervioso y reaccionar de múltiples maneras. Algunas de ellas pueden llegar a originar una responsabilidad extracontractual para su dueño.

Ante determinadas situaciones y como dueño de tu mascota, deberás responder por lo que ella misma haga. Como dueño, es tu deber controlarla y vigilar que no cometa el tipo de actos que están castigados.

¿Qué tipo de actos pueden originar una responsabilidad extracontractual?

  1. Te ponemos en situación: estás sacando a pasear a tu perro y se aproxima un amigo para saludarte. Tu mascota no lo conoce y se encuentra manifiestamente nervioso por este acercamiento. En muchas ocasiones, y cuando se acerca alguien desconocido, los perros entienden que no es alguien familiar para su dueño y su instinto le lleva a protegerse a él y a su dueño.

Si tu perro muerde a esa persona, sea conocida o desconocida, en ti se genera automáticamente una responsabilidad extracontractual. Este tipo de vinculación, es aquella que surge por actos que no poseen su origen en contratos.

  1. Otro caso, tu perro se escapa, cruza la carretera y un conductor sufre un accidente porque ha intentado esquivarlo. Tú serás el último responsable. Esta obligación extracontractual surge porque tú, como su dueño, tienes el deber de vigilarla. Además, debes impedir que provoque daños en terceras personas.

Sin embargo, nuestro ordenamiento jurídico prevé una serie de excepciones a esta regla. Si tu perro ha mordido a otra persona por culpa suya (esto es, lo ha atacado porque lo ha provocado, por ejemplo), este hecho te exime de ser responsable del comportamiento de tu perro. En cualquier caso, si se llegase a un juicio, sería tu obligación demostrar que los hechos han ocurrido así.

  1. El tercero de los supuestos, aunque residual (no suele ocurrir) se refiere al caso fortuito y la fuerza mayor. En estos casos no serás responsable cuando nunca hubieras podido prever que tu perro iba a morder a esa persona. También cuando, aunque hubieras podido hacerlo, nunca podrías haberlo evitado.

El caso de las razas potencialmente peligrosas

Como curiosidad final, debes saber que si tu mascota es de alguna de las razas consideradas como potencialmente peligrosa, aunque esté dentro de tu propia casa, debe encontrarse en algún lugar en el que, si alguien entrase en tu casa, no pudiera hacer daño a aquella persona que entre.

Para evitar estas consecuencias, es conveniente disponer de un seguro de mascotas que cubra este tipo de responsabilidad extracontractual. Con estas pólizas, podrás preocuparte únicamente de los aspectos estrictamente necesarios en el caso de que ocurran estos supuestos.

¿Por qué contratar un seguro de hogar? Claves para no perderte

Contratar un seguro de hogar es más necesario de lo que imaginas

En muchos casos vivimos en una burbuja de seguridad impenetrable. Vivir en una urbanización donde la calma y la tranquilidad son los vecinos con los que convivimos a diario. En estas condiciones es normal pensar que contratar un seguro de hogar no es necesario. ¿Para qué malgastar un dinero que podríamos dedicar a algo que nos aporte una satisfacción más inmediata como viajar? También podríamos decorar la casa o sorprender a alguien con una invitación a un restaurante.

Si eres de los soñadores que piensan así, queremos adelantarte unas razones para dejar de hacerlo. Cuidado, podrán suponer una historia de terror que disolverá tu burbuja ante la realidad que no has llegado a descubrir.

Si tienes una propiedad, tienes todos los beneficios que te brinda ser el propietario. No olvides la responsabilidad que deberás asumir en caso de que se produzcan en ella accidentes que afecten a terceros. Debes tener en cuenta que contratar un seguro de hogar es, sobre todo, una garantía que salvaguarda. No es sólo ‘el cascarón’ que forman las paredes, suelo y techo. Es también el esfuerzo y dedicación que has invertido durante años para adquirirla. Sin olvidarnos de la decoración, mobiliario, instalaciones… ¿ya vas sintiendo cómo se abre camino ese miedo en tu burbuja?

Evita ser la gota que colmó el vaso

Un grifo mal cerrado o la fuga de una cañería averiada o mal instalada. Algo que para ti sería un accidente o descuido, puede convertir la casa de tu vecino en la próxima piscina municipal del vecindario.

Si no cuentas con un seguro de hogar que incluya desperfectos en tu domicilio y el de terceros, puede hacer que el problema se agrave. Especialmente para tu cartera, ya que la reparación, daños de mobiliario, profesionales y reforma traerán de la mano una factura de dimensiones muy considerables. ¿No hubiera sido mejor prevenir que curar?

¿Qué incluye contratar un seguro de hogar?

Hemos llegado a ese punto en que comenzamos a valorar la importancia de proteger nuestros bienes contra accidentes, robos o imprevistos y nos asaltan las dudas: ¿Qué seguro me interesa más? ¿Qué incluye? ¿Estaré pagando por servicios que no necesito? ¿Esta cobertura que me ofrece es la mejor para mi hogar?

Que no cunda el pánico. Comencemos por definir los tres grandes bloques que incluyen las pólizas de un seguro de hogar:

Continente: sería el hogar en sí, formado por todos los elementos de la construcción y estructura del edificio o vivienda (las paredes, suelo, instalaciones…)

Contenido: estaría formado por todo aquello que se le añade a la casa para hacerla habitable (muebles, elementos decorativos, electrodomésticos…). En este punto, calcular el valor que tendríamos que asegurar dependería de los elementos que incluyéramos en el listado del seguro (ordenadores, ropa, joyas, cuadros…). En función de esa cuantía, el precio del seguro se irá incrementando.

Responsabilidad civil: es una garantía que cubriría los daños materiales y personales que el asegurado y su familia puedan ocasionar a terceros. En caso de que el asegurado sea responsable de algún daño accidental en su vivienda o que afecte a la de terceros, sería la compañía quien emitiría las indemnizaciones pertinentes. Esto depende de la cuantía que tengas contratada con tu seguro, como recoge el Artículo 1902 del Código Civil. Sería el propietario que resida en el hogar el responsable de reparar los daños. Aquí se incluyen tanto los que pueda ocasionar tanto él mismo como las personas que residan en ella a terceros. Por esto, contar con un seguro de hogar adecuado puede evitarte más de un susto.

¡Consejo!

En Seguros Quijote te recomendamos que, para evitar pagar una prima mayor de la necesaria con tu seguro de hogar, ajustes lo máximo posible el valor del continente y del contenido a la realidad. De lo contrario podrías estar malgastando dinero con un seguro que te ofrece una cobertura superior a la que realmente necesita tu hogar. ¿Acaso pagarías una única manzana al mismo precio que un kg? Con los seguros ocurre lo mismo, cuanto más te ajustes a lo que tienes que asegurar, mayor es el ahorro.

Lo mismo sucede en el caso contrario. Si tu seguro está tasado por un valor inferior al real, en caso de siniestro, la cuantía que recibirás tampoco cubrirá todos los gastos de reparación.

Protección contra robos y hurtos en el hogar

Desgraciadamente, una avería, una inundación o un incendio no son los únicos riesgos que nos obligarán a proteger nuestra vivienda. Muchos de los incidentes que nos llevan a recurrir a nuestro seguro de hogar se deban a robos y allanamientos.

Para curarnos en salud, deberíamos tener en cuenta si nuestra póliza incluye los daños ocasionados en el continente. Esto es, puertas o ventanas rotas o daños durante la intrusión. O si también incluye el daño o sustracción de bienes como mobiliario, cuadros o joyas.

¡Atento! Muchas aseguradoras incluyen en sus productos de seguros de hogar unas garantías adicionales que cubren el robo y/o hurto de objetos fuera del hogar. Si te interesa sentirte protegido contra estos imprevistos dentro y fuera de casa, consulta con tu aseguradora por el plan que mejor se adapta a tus necesidades.

En conclusión, la seguridad y garantías que necesitas dependerán de los servicios incluidos en tu póliza de seguros de hogar.

En Seguros Quijote te ayudamos a comparar precio de las mejores aseguradoras. La decisión es tuya. Compara aquí los diferentes precios disponibles para contratar un seguro de hogar hoy.

Consejos para comprar una moto usada

moto usada

Adquirir un nuevo vehículo siempre constituye una decisión importante. Si bien cuando compramos uno nuevo de fábrica disponemos de muchas garantías acerca de su rendimiento, cuando optamos por comprar una moto usada apenas disponemos de certezas. Por este motivo, el tiempo que invertiremos en estudiar cada detalle en el proceso de compra es inversamente proporcional a los posibles gastos sobrevenidos por no haber calculado adecuadamente los riesgos que pueden entrañar una elección mal fundada.

Nuestro primer consejo no es otro que dedicarle su tiempo a informarnos, cribar posibilidades, comparar y comprobar personalmente su estado. En las siguientes líneas desgranamos algunas cuestiones que consideramos esenciales en el momento de plantearnos adquirir una moto usada.

Cuestiones previas

A la hora de comprar una moto usada, ya sea en una tienda de segunda mano o a un usuario particular, resulta imprescindible plantear cuestiones referidas al kilometraje medio anual de ésta y sobre qué superficie ha rodado habitualmente (los efectos son distintos en función de si se trata de ciudad o carretera). También hay que cerciorarse de cuántos propietarios ha tenido previamente, así como de los motivos que le han llevado a venderla.

Examen al detalle de la moto usada

En un análisis visual de la moto en parado, es recomendable fijarse en las partes y en los neumáticos; la cadena de transmisión; la corona y piñón; y los escapes. En este punto, el estado de los extremos de los puños, las manetas y el carenado pueden desvelar imperfectos que pasan inadvertidos a simple vista.

Debemos revisar el estado de aquellas partes más caras de reparar o de sustituir. En este sentido, los elementos esenciales son el carenado, las pantallas protectoras o los colines. Así las cosas, la existencia de arañazos o roturas debería disuadirnos de comprarla o, al menos, intentar renegociar su precio. En el caso de los neumáticos, éstos deben tener un grosor mínimo de 1,6 mm y una antigüedad no superior a cuatro o cinco años. Tanto es así que su estado se reflejará en su efectividad (en este punto se debe contrastar con el número DOT de la fecha de fabricación). Respecto a los frenos, es conveniente prestar atención el estado de discos y pastillas

Nada mejor que ponerse en contacto con alguien que tenga ese modelo en concreto y conozca sus puntos débiles. Adicionalmente, una búsqueda en la red puede ayudar a conocer la horquilla de precios para ese modelo en el mercado.

Si el modelo que nos interesa está tuneado, es importante saber que esto puede repercutir en el coste del seguro. Asimismo, es preferible asegurarnos de que el propietario conserva las piezas de serie: a la hora de pasar la ITV podemos encontrarnos con dificultades añadidas por esta razón.

Simulacro

El siguiente paso consiste en montarnos en ella y arrancar el motor para comprobar cómo funciona. Asimismo, verificaremos el sonido del escape y la respuesta al acelerador. Si el vendedor lo considera oportuno, lo ideal es probar in situ la moto usada y conducirla. Si por la responsabilidad que implica se muestra reticente, debemos proponer que, al menos, podamos viajar como pasajero y así poder testear algunos elementos como la calidad del frenado o los ruidos extraños.

Burocracia

La legislación exige estar en posesión de la tarjeta de la ITV (Inspección Técnica en Vigor), lo que representa una garantía importante en cuanto al estado de la moto usada. También conviene solicitar su historial en la DGT para comprobar que el anterior dueño se encuentra al corriente del pago del impuesto de circulación, así como para asegurarnos de que no se trata de un vehículo embargado, robado, si tiene multas pendientes de pago o para conocer el número de propietarios que ha tenido.

Por último, y además de la factura de compra con el precio original, hay que chequear que la moto tenga permiso de circulación y que esté suscrita a una póliza de seguro, a la que habrá que cambiar su titularidad. Además, los compradores son los que habitualmente asumen los gastos asociados al cambio de titularidad; ¡no lo olvides!

¿Quieres saber qué tipo de póliza se adapta mejor a tus necesidades? Consulta el comparador de Seguros Quijote

¿Cómo prevenir incendios domésticos?

incendios domesticos

En muchos momentos del día llevamos a cabo acciones que, aunque cotidianas, entrañan riesgo y pueden desencadenar la aparición de fuego. Así, por ejemplo, muchas veces colocamos prendas de ropa en radiadores para secarla; dejamos la plancha encendida mientras realizamos otras tareas; o no prestamos atención a la hora de depositar las colillas de los cigarros. Por este motivo, y en invierno, conviene no dejar de lado ciertas buenas prácticas en relación a fuentes de calor y aparatos eléctricos. El objetivo: prevenir incendios domésticos.

Cabe recordar, asimismo, que en aquellos hogares donde hay niños, es importante enseñarles y advertirles. Por su parte, en aquellas familias donde hay personas mayores, será clave tratar de prevenir los despistes y descuidos. En estos casos hay que hacer incapié en repasar las tareas que hay que comprobar que estén realizadas. Por ejemplo, confirmar que se ha apagado la caldera o el fuego para cocinar antes de salir de casa.

Consejos para evitar situaciones de riesgo:

Periódicamente, la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego-Aespi) comparte recomendaciones para prevenir situaciones de riesgo. En las siguientes líneas recogemos algunos consejos imprescindibles para prevenir este tipo de accidentes en casa.

-Conviene cuidar el estado de las campanas, estufas, braseros de carbón y chimeneas. Además, hay que prestar atención a las regletas y el número de aparatos conectados a la vez a un mismo enchufe (aunque la capacidad siempre depende de la capacidad contratada.

Respecto a los braseros, son preferibles los eléctricos a los de carbón y, en el mejor de los casos, la solución más segura siempre pasará por disponer, cuando sea posible, de calefacción central. En cuanto a las estufas, hay que alejarlas de elementos como muebles o cortinas. Periódicamente debemos limpiar la campana extractora ya que la acumulación de grasa y suciedad constituye un factor de riesgo.

 

-Si alguna de las personas que vive en casa fuma, debe hacerlo únicamente en la terraza o balcón exterior. En cualquier caso, hay que evitar al máximo hacerlo cerca de la cama o el sofá. Además, se recomienda utilizar ceniceros de agua y no vaciar éstos en la papelera.

-En lo que se refiere al uso de planchas de ropa o de pelo, acostumbrarse a desconectarla inmediatamente después de su uso representa un imperativo. Y cuando estén siendo utilizadas, hay que colocarlas sobre superficies no inflamables y aisladas de otros elementos.

-Si percibes olor a gas, lo primero que debes hacer es cerrar todas las llaves de paso. A continuación abre cuántas ventanas y puertas sea posible para diluir el posible escape con la corriente de aire. Recuerda no usar, bajo ningún concepto, aparatos eléctricos, o generar chispas o llamas de fuego. Además, y si usas bombona de butano, ésta debe almacenarse al aire libre.

¿Cómo actuar si se producen incendios domésticos?

-Si surge un fuego pequeño, es importante recordar que el agua no representa una solución universal. Para disuadir las llamas, el aceite de una sartén ardiendo puede repelerla y generar chispas que expandan el fuego. Para evitar incendios domésticos en estos casos es mejor recurrir a un trapo húmedo, una manta ignífuga o a un extintor.

-Si se produce un incendio que se antoja incontrolable, es recomendable refugiarse en algún lugar seguro. Una vez allí, disponer de una manta o una toalla colocadas en la rendija de la puerta para que no entre el humo. De hecho las víctimas son más vulnerables por la inhalación de humo que por las posibles quemaduras.

Cuando se trata de contratar un seguro de hogar, resulta clave tener en cuenta la cobertura de incendios, ya que es una de las amenazas más peligrosas para el domicilio. Cada residencia tiene unas necesidades y requerimientos distintos, por lo que conviene comparar entre todas las pólizas que se encuentran en el mercado. El comparador de Seguros Quijote te puede ayudar a encontrar la solución a tu medida.